miércoles, 20 de octubre de 2010

Las flores que dejó no me han querido hablar


-Limítate a escuchar en ese radio tuyo- le decía su amigo a quien le debía su nueva razón de ser

-No, yo quiero ver al unicornio, lo quiero ver hablar, volar, mirarme- su amigo lo interrumpió diciendo

-lee algo y lo entenderás, tal vez lo veas-le dijo, lo que Juan no alcanzo a entender fue el sentido metafórico que tenia cada palabra de la frase “tal vez lo veas”. Este podría ser un día importante en su vida, quizá el más importante...

Una cresta engominada y un pantalón muy entubado lo caracterizaron por mucho, sus ídolos, personajes que a menudo veía en mtv o escuchaba en la radio. Pero un día, algo lo hizo sentir diferente cuando del reproductor de un amigo, al que por su pasión por la mitología le decía el griego, escuchó las palabras unicornio y azul. Había escuchado esto por aparte pero nunca junto, sabía que su hermana adoraba el unicornio rosa que conmemoraba que su novio se la había aguantado un mes más y sabia algo del azul, lo básico, que estaba en la mitad de la bandera del país en que vivía y que de ese color era su camisa favorita, pero lo que no veía era como todo eso podía ir junto, como un unicornio podía llevar puesta su camisa favorita y cruzar el atlántico y el pacifico en un santiamén.

Esas palabras lo incitaron a seguir escuchando y esas mismas palabras lo obligaron a preguntarse más, a escuchar un minuto más y otro más y … una hora más la misma canción que seguía sin resolver sus preguntas, no paraba de escucharlas esperando que le resolviera como podía existir tal unicornio; sin darse cuenta este unicornio estaba rodeado de gasolina y gatas en su reproductor de música, pero con el tiempo, esas gasta se fueron quedando dormidas viendo volar al unicornio y la gasolina quería ser agua y así ayudar a volar a este unicornio (nunca lo logró).

Fue tanta la obsesión por este animal que ya no había tiempo para un protocolo a la hora de peinarse, ahora el unicornio ocupaba la mayor parte de su tiempo y se había en cargado de dejar la gomina con la tapa abierta, secándose en un rincón, muriendo y junto con ella una parte de Juan que nunca volvería a ver.

Sentía que el unicornio trataba de decirle algo, pero no sabía que era, intento hacer de todo esperando a que le diera su aprobación de lo que hacía, lo que no sabía era que este unicornio solo podía hacerlo hablar una persona, una persona que él no conocía y según su amigo el griego nunca conocerían se llamaba Silvio y era de apellido Rodríguez; desde ese momento su objetivo fue escuchar o ver la fantasía que ese señor hacia hablar. Reconocía su nombre porque a menudo lo veía pasar rápido por la pantalla de su reproductor, veía que iba corriendo detrás del unicornio pero nunca imaginó que era él quien lo hacía hablar.

-Limítate a escuchar en ese radio tuyo- le decía su amigo a quien le debía su nueva razón de ser

-No, yo quiero ver al unicornio, lo quiero ver hablar, volar, mirarme- su amigo lo interrumpió diciendo

-lee algo y lo entenderás, tal vez lo veas-le dijo, lo que Juan no alcanzo a entender fue el sentido metafórico que tenia cada palabra de la frase “tal vez lo veas” este podría ser un día importante en su vida, quizá el más importante.

Ese día decidió ir a una biblioteca a investigar, (el hecho de decir biblioteca iba en contra de sus principios y personalidad) sentía que el unicornio se lo pedía. cuando cruzó las puertas de vidrio, que para el separaban el bien hecho del mal hecho (según él prefería la segunda) mirando al suelo un poco confundido se dio cuenta que el aire era más frio e inmediatamente el silencio aturdió sus oídos , comprendió que el silencio era un sonido, un sonido que no conocía y que en su mundo no solían escuchar, pero él estaba dispuesto a escuchar si esto lo llevaba a lograr su objetivo; cuando la confusión pasó y el silencio dejo de aturdir sus oídos para dejarlo pensar, levanto su cabeza y vio mucha gente sentada leyendo paginas quien sabe de donde y cuando, quien sabe si realmente estaban allí.

Empezó a caminar y a escuchar el sonido de sus pasos, escuchó como la goma de sus tenis rechinaban contra la baldosa, escuchaba su respiración, el latir de su corazón acelerado por la ocasión, el rozar de su ropa contra su cuerpo y otros murmullos (mas adelante, este momento, el de su primera visita a la biblioteca le hizo calificar a su cuerpo como la sinfonía perfecta)

Se acercó a una mujer que estaba sentada en una mesa de madera, sobre la mesa un computador; eso le hizo pensar –recepcionista, recepción seguro que si- un tiempo después se dio cuenta que se llamaba Claudia y no era la recepcionista si no la bibliotecaria.

-libros de unicornios por favor- le dijo, ella le sonrió y le respondió

-puedes buscar mitología, creo- murmuro

-y donde encuentro eso- pregunto de nuevo, esta vez con la misma emoción con la cual un niño pide un helado de fresa

-al fondo- dijo mientras escribía una seria de letras y números que configuraba un código- con este código te puedes ayudar, pero grande grande dice “mitología griega”

-gracias – sonrió y se sintió triunfador creyendo que ya estaba más cerca de su objetivo.

Camino casi corriendo, la emoción no le permitía ir más lento; busco rápidamente y al cabo de unos minutos encontró un letrero grande grande que decía “mitología griega”.

-Bah, no necesite el tal código-aseguró y cogió rápidamente el primer libro que encontró, uno azul el cual decidió obviar su titulo, se tiro al piso y antes de abrir el libro escuchó que alguien tosía, levantó su cabeza para ver quién era y era Claudia que le señalaba una mesa, cual niño regañado cogió su libro, mala caroso se paró y camino lentamente hacia la mesa, lo reposo en ella y en ese momento empezó el cambio, algo a lo que podríamos llamar metamorfosis, empezó un camino de respuestas que la literatura había creado para él y que esperaba por él hace mucho tiempo.

Empezó a leer y no cabía duda de que nunca había leído hojas tan viejas con tanta emoción; el libro hablaba de animales, peces enormes, serpientes que hablan, perros de dos cabezas y un unicornio, pero este unicornio no era azul y no era el que buscaba, pero, generó entonces un parentesco inmediato entre ambos. La vida se había encargado de mostrarle otro mundo un mundo en el que él no era el protagonista pero si era quien se encargaba de darle vida a quien lo fuera, era un mundo que el controlaba y en el cual según él era realmente importante; empezó por darle vida a dioses y a enamorarse de sus esposas e hijas, luego por primera vez en su vida lloro cuando sintió que su vida estaba escrita en un libro, que estaba viviendo una segunda vez, alucino con viajes a sobre las estrellas y debajo de ellas.

Durante días estuvo visitando la biblioteca y devorando libros, su objetivo se convirtió en excusa para seguir visitando este mundo, que hace mucho había dejado de ser ajeno, al igual que quienes lo habían creado, sus ídolos dejaron de ser jóvenes con más suerte que él y con un programa de televisión, para convertirse en viejos muertos que le hablaban, con los que podía tener un contacto, los que se confesaban ante él y en los que había depositado toda su confianza, después de todo es más seguro confiar en un muerto, hay menos probabilidades de que te defraude.

Su vestimenta cambio drásticamente, después de leer un poco de filosofía su imagen ante la sociedad paso a un segundo plano, dejó de creer que los colores eran estáticos y una vez escuchó con sus ojos que el amor y el sexo se había divorciado hace mucho, este enamorado decidió ahogar esa pena en litros de Coca-Cola y ciento de cigarrillos Marlboro que indirectamente decían “estuve leyendo horas en la biblioteca”. Sus fiestas las componían miles de letras y acordes de una guitarra vieja y un bandoneón con miles de historias acuestas, dejó de creer en el tiempo y encerró si vida en el presente sabiendo que nuca podría sentir el futuro.

Un día su amigo el griego lo encontró discutiendo con su profesor de literatura sobre cuanto influía su alter ego en clase y jurando que para él era imposible no dejarlo salir

-Juan, Juan, no te imaginas quien viene- dijo con la voz entre cortada

-no, ¿Quién?- respondió cortante

-es Silvio, Silvio rodríguez y no creo que haya dejado a su unicornio en casa- guiñó un ojo.

En ese momento Juan recordó cuanto había cambiado su vida gracias a ese unicornio, el cual nunca había entendido y al que le debía su nuevo estilo de vida, y aunque ya no era una prioridad para él sentía que debía ir al concierto por lo menos a agradecer lo que había hecho por él.

El día del concierto, el griego moría de emoción y Juan la disimulaba lo mas que podía, no quería ser alguien del común, pero cuando el unicornio azul apareció en escena Juan no lo podía creer por fin lo había visto, lo vio volar y lo vio mirarlo, lo sintió junto a él y todas sus preguntas se aclararon, pero inmediatamente le surgió una más grande ¿realmente debo agradecerle algo?

viernes, 15 de octubre de 2010

Para cerrar... 2/4

Hoy en el Blog Action Day se cierra otra etapa del primer ciclo de Nueve Violetas, etapa en la que no hubo personajes sino mas bien sensaciones en un estado mas natural, sin muchas intervenciones humanas que alteraran quizá la manera en como las historias se desenvolvían, sin embargo desde hoy las personas y sus ideas volverán a tocar este espacio hoy se cierra la segunda etapa para abrir paso a la tercera y otra vez retomar los toques personales como se venían ejerciendo.

Dejaste de entrar para ser lágrima

Creo que no llegue a tiempo a tu vida para ser el primero que supiera de ti, pero se que tampoco seré quien tenga la fortuna de verte tomar tu ultimo respiro en este mundo; A parte de ello se muchas otras cosas que me convencen de que la palabra único y mi nombre no estarán muy relacionados en los recuerdos que algún día tengas de mí, sin embargo, de mi parte creo que las cuatro letras que componen tu nombre serán sinónimos en mi futuro de felicidad y plenitud.

Quizá lo que sienta sea pasajero, quizá pensar que eres exactamente igual a lo que soñé perfecto sea una de esas nubes que pasan por la mente sin saber a donde van, ni de donde vienen pero que dejan a su paso caminos de sentimientos que se convierten en palabras y sensaciones.

Caracterizarte no sería del todo justo, pero quisiera tomarme el atrevimiento de decir unas cuantas cosas de cómo te he percibido el tiempo que llevo contigo. Había creído hasta un tiempo que las mejores cosas del mundo entran por los ojos, ahora no, contigo aprendí a creer que las verdaderas buenas cosas no entran por los ojos sino que salen, salen en forma de lagrimas que dan cuenta a la vida de lo fuerte que puede ser un alma en el cuerpo de otro; Antes de tocarte parecías ser otra, parecías mas complicada de lo que en realidad eres, pareciera que tu piel fuera de otro color al uno termina por conocer y que tu cuerpo careciera de la fuerza que quien está contigo termina por sentir.

No quiero que en estas letras veas una carta de despedida o algo así, es mas bien un grupo de esas cosas que mis manos no alcanzan a decirte cuando te veo ni mis ojos logran transmitirte, traducidas en palabras comunes que sé muy bien carecen de sentimiento. Gratitud y Amor son ese par de sentimientos que quisiera entendieras, Amo tus deseos y le doy gracias a tu cuerpo, amo la energía que me das y agradezco con mi alma tu tranquilidad, a tu silencio le digo gracias y a tu grandeza le prometo amor…

Por hoy te digo adiós y espero mañana volver a verte, aunque algo a lo que nunca quisiera darle nombre me dice que cuando la noche avance mi garganta pedirá volver a ti y mis pies no dudaran un segundo caminar al lugar donde mas cerca te encuentres.

15 de Octubre de 2010 día Blogger del agua

Blog Action Day llamado a que todos los Blogger escriban sobre un tema en común. El Agua

lunes, 27 de septiembre de 2010

Algo para ignorar

¿Que tal si eso de las bandas sonoras en la vida son verdad? ¿Qué tal si un momento tiene por naturaleza necesaria una melodía que lo ambiente? Que quizá no sea la que hemos creído toda la vida, quizá un beso no combine con una balada, o un perfecto asesinato no lo haga con una sinfonía del XVII.

De que la vida necesite de la música para entenderse, estoy completamente seguro, pero de que las relaciones entre experiencias y canciones ya estén definidas, no, de eso no lo estoy. La vida para mi es como una danza que se baila como plazca, sin ritmo podría decirse, sin reglas y sin normas, sin ser un intento anarquista claro está; a lo que me refiero es a que la vida no tiene un manual de instrucciones que defina y especifique que hacer y en que momento.

Para algunos tal vez un beso sea tranquilo y una balada este perfecta, para otros quizá sea salvaje y necesite un par de tambores, para algunos quizá la muerte no sintonice con una canción triste sino con una que eleve la gloria y la grandeza. La música y la vida no tienen un sentido estipulado o por lo menos así lo creo yo, ambas ruedan según la fuerza de las manos que las impulsen, pero muy pocas veces llegan al objetivo que trazó la mente.

Lo que hago no es endiosar ni a la música ni a la vida, así ciertas lógicas lo argumenten, sin embargo creo con convicción que muchas de las maneras en que nuestros días ruedan dependen de naturalezas trascendentes como las de estas dos y no de decisiones y pasos que nos hayan grabado en la mente.

La música ambienta, la música complementa, la música hace parte, y es parte, pero… lograremos algún día describirle un sentido y una lógica entendible, por el momento no lo creo, pero… ¿Qué tal si?

sábado, 11 de septiembre de 2010

Yo escogí sentir

Muchas personas en el mundo son figura de admiración, por motivos que ni ellos conocen, pero a su vez hay muchas almas que rondan por el mundo sin ningún reconocimiento que pueden ser increíblemente valiosas. A continuación una historia que pese a ser ficticia representa realidades palpables y tangibles en los días de cualquiera de nosotros, a continuación una muestra del amor a la vida, y el respeto al sentido

Entre fracturas y laceraciones el accidente dejó mucho mas de eso, las consecuencias espirituales y emocionales que una falla mecánica pueden ocasionar son impresionantes, y después de haberlas sufrido lo sé con seguridad. Mas allá de los yesos y las vendas hubo una consecuencia que trascendió mucho mas, algunos se atreven a darle nombre encerrándola en caracterizaciones de debilidad, incapacidad o desventaja( no sólo en mi caso; aclaro que hablo del ámbito general) yo he preferido dejarla en mi mundo como uno de esos recién nacidos a los que nadie nombra quizá por ignorancia, o quizá porque lo que tienen para dar es tan grande que las letras no lo logran capturar. Pero bueno, no mas confusiones, lo que dejó el accidente en mi cuerpo fue en palabras sencillas una incapacidad auditiva que me imposibilita escuchar casi el 90% de las cosas que habitan en la tierra, Anacusia en términos médicos, Sordera en términos corrientes.

Así es, quien les escribe hoy, es un hombre sordo, tan común como el que pide una firma y una limosna, o como el que sale a un centro comercial con unos amigos de su misma condición y todo el mundo mira con ojos bizarros. Soy como ellos en condiciones físicas, pero créanme que en condiciones mentales somos como el agua o el aceite. Ellos se creen débiles e imposibilitados en comparación a la gente, yo me veo fuerte y aveces superior a lo normal, ellos creen que la capacidad de su cuerpo se redujo, yo creo que la capacidad de mi mente renació. Antes de perder la escucha, no habían muchos sonidos que me interesaran y sinceramente eso no me preocupaba, ahora aprecio casi todo ese tipo de cosas, perdí el oído, lo sé, pero puedo jurar que la vida no me privó del placer de escuchar.

Aprendí que lo que dice la vida no solo se escucha con los oídos, aprendí que los ojos pueden escuchar un susurro, la boca una palabra, la piel un latido o la nariz un grito de libertad, pero también aprendí que a la vida no la limitan los sentidos, que la vida misma puede ser un sentido…Quizá. No soy tan afortunado como quien alcanza las cualidades de la sinestesia, mi caso es mas alma que realidad, para algunos puede ser falso, pero lo importante es que para mi es verdad por mas infantil que muchos lo perciban, pues si de ser niño se trata, lo diría con orgullo, algo sobre eso les quisiera compartir, sin centrarme en ese tema, es algo que leí hace poco:

“Los lugares no son para los niños,

son para nosotros, nosotros dependemos de

lo que vean los ojos, y palpen las manos;

Ellos…de lo que sientan sus mentes”

¡Sientan! Con intensidad es mi consejo, escuchen por que los sonidos, los suspiros, las palabras, la música son paginas que en nuestros días quedarán. Si eligen escuchar, ver, oler, tocar o probar está bien, valórenlo y háganlo especial, pero yo, Yo escogí sentir.

sábado, 4 de septiembre de 2010

Capturar la música es callar la vida



Alguna vez alguien dijo que la música no debía capturarse, encerrarla es a su vez encerrar emociones, sensaciones, vivencias, momentos, ideas y en general vidas, vidas que quieren hablar y que ven en el sonido un canal perfecto para hacerlo. "La música es solo amor buscando palabras", sin embargo la historia está llena de hombres que han intentado callar al mundo, han pretendido encerrar las vidas en cassettes que cuenten solo una parte de ellas, algunos quizá lo han logrado, algunos nunca lo harán, sin embargo hay algo que desde siempre ha mostrado resistencia a dictaduras, masacres, encierros e injusticias, algo que nació para en parte recordarnos ciertas cosas, mantener vivas las ilusiones de muchos, y que por siempre se impondrá en el mundo, algo que no se encierra ni se silencia por mas intentos que hayan, ese algo es la música... la música que cuenta historias, la música que canta vidas

viernes, 3 de septiembre de 2010

Para cerrar... 1/4

Cada historia, cada momento tiene una chispa musical que lo marca, eso fue lo que espero hayan notado en las historias que se contaron tiempo atras, que vieran la hermandad entre la musica y la vida que apesar de que es imposible saber cuando nació, es posible saber que nunca morirá.

Al final, quiero mostrarles esa chispa que influyo en las tres historias, perdón... no quiero que la vean, quiero que la escuchen.



Mi dios se levantó del lado equivocado







A veces quisiera que ella fueras tú







No late como solía hacerlo

lunes, 16 de agosto de 2010

Mi dios se levantó del lado equivocado


- Siempre quise saber que había arriba del cielo

- Alguien que nos observa y regula nuestro comportamiento, ¿no?

- Si ese alguien existe, no sé, pero probablemente no sea el que siga después del cielo

- Ahora mi cielo es gris y mi sol un bombillo de 100wts que constantemente falla

- Y quien te observa o regula?

- Nadie. Arriba de mi cielo está la pareja de pederastas que pagaran 40 años

Algunos dicen y argumentan que el porque de la evolución sicológica y mental del hombre debe mucho al hecho de preguntarse la razón de las cosas, preguntas como su existencia, su presente o su destino han cambiado por completo lo que debería haber sido nuestra historia. Personalmente, creo que ciertas cosas en las que la sociedad ha decidido creer no son mas que respuestas a medias para apaciguar las dudas humanas, una de ellas la existencia de un Dios creador de todo lo que en la tierra habita; Mis conocimientos teológicos no son muy amplios y sinceramente pienso que nadie en el mundo está en facultad de comprobar o refutar la existencia de un ser como éste, por ello, Dios como ser verdadero o falso no será el siguiente tema a tratar.

Lo que se viene a continuación es una historia que para algunos puede ser propia, lo que hoy empezaré a contar, se centrara en lo que inicio con fe y terminó con decepción, en como a veces el entregarle la confianza a algo que no se conoce es tal vez el hecho mas inútil y emocionalmente peligroso al que el hombre ha llegado

- Si a ese ser que nos regula lo llamamos Dios, en el mundo hay miles de dioses, hasta el alcaide de esta cárcel sería Dios, no?

- ...

- ¿A quien le hablo? En esta celda solo me acompaña esa camara que me interroga sin hacerlo, con el encender y apagar de un Led rojo que durante 30 años será mi Dios


Afuera era raro, raro pero placentero, a veces, es bueno cuando la gente ve tu vida como una partida de ajedrez perfectamente controlada, y sin espacio para fallar, en ocasiones llena de orgullo el pecho saber que muchos anhelarían una vida como la tuya, mucho mas cuando por dentro sabes que el que en realidad quisiera vivir otra vida eres tú. No culpó a esa gente por percibir así mis días, los años habían trabajado muy bien, y las mentiras eran muy creíbles hasta el punto en el que ya no debía ni hablar para que creyeran que el dueño de la lejana vida perfecta era yo.

Esa vida que los demás creían que era mi manera natural de existir no era mas que una decena de capas de maquillaje para esconder lo que en realidad había dentro, no busco cuantificar mis problemas ni cualificar mis vacíos porque sé que en cualquier momento puede llegar alguien con una vida tan perturbada que a su lado, la mía sea un cuento para niños. Mis problemas no son el tema, pero antes de seguir quisiera aclarar que para mí eran tan importantes como haber construido dos décadas de vivencias falsas, fundamentadas en mentiras y heridas sin curar.

Nunca me interesó la lastima, por el contrario decidí transformar tanto las cosas hasta el punto en el que la pena se convirtiera en admiración; Sin embargo, necesitaba cierta ayuda para eso y vi la necesidad de empezar a creer en algo, con un interés en particular, dar respuestas a ciertas preguntas que me habían cuestionado toda la vida, para sanar ciertos vacíos que siempre habían necesitado una cura y para tal vez así hacer que lo que la gente veía en mi tomara importantes índices de veracidad. Empecé a creer en un Dios diferente al de la mayoría, el mío no controlaba mi destino, ni me obligaba a actuar para el prójimo, el mío había nacido para que ciertas cosas empezaran a tener sentido y respuesta y no fueran pensamientos al aire interesados en engañar a los demás, Todo desde ese momento fluyo muy bien hasta el punto en el que me convenciera a mi mismo de la sinceridad de mi vida, y mi historia empezará a parecer una pirámide alta y fuerte, sin posibilidad de destrucción.

Los años pasaron y las heridas se cubrieron tanto que casi llego a olvidarlas, todo era normal, ya ni siquiera debía esforzarme para que me creyeran y la confianza en mi Dios se incrementaba tanto que llegaba al punto de que ya mis días y mi bienestar tuvieran cierta dependencia vinculada a él.

Un día alguien que era para mi muy cercano compartió conmigo su mas reciente obsesión, una canción que había escuchado en un comercial de cereales que aparentemente era lo mas trivial del mundo, incluso la primera parte sedujo a mi subconsciente pues hablaba de perfección y libertad, de ser lo que se sueña sin importar la barrera y mucho mas. Hasta ahí todo bien, el problema llegó cuando la inofensiva canción de cereales coreo frases como “Poco a poco te dimos todo lo que soñaste… Poco a poco las ruedas de tu vida están cayendo lentamente” y como si fuera poco el coro iniciaba con esto: “Pero hoy mi Dios se levanto del lado equivocado de su cama”, la ultima frase trajo consigo un pequeño destelló que mis ojos percibieron, y un cercano recuerdo que mi mente rescató, lo que paso luego no fue una revelación, ni un despertar que dio mi vida, o por lo menos no quiero mostrarlo así, lo que siguió fue un detonante para que las causas de mis acciones pasadas combinadas con ciertos sucesos recientes desmoronaran la pirámide que antes se veía tan fuerte y de la que dependía la estabilidad de mi vida actual.

Como dije, lo que creía era mi vida empezó a desmoronarse, mi supuesto Dios no me había curado, es mas no existía ninguna mejoría desde que lo había aceptado como propio y su única obra había sido engañarme con un par de mentiras que hicieran que me sintiera pleno, esto desencadenó mucho, y las consecuencias me afectaron a mi y a los que me rodeaban, sin embargo, no creo estar en condiciones de juzgar lo que hice y tal vez por eso es que la ley me obliga a ser juzgado por alguien mas. El encierro para mi no ha sido castigo hasta ahora, pues no siento ninguna diferencia a lo que pasaba afuera, aquí lo hacen unos cuantos barrotes, afuera la encerrada era mi mente y los barrotes eran mi cuerpo, sinceramente creo que en vez de castigar lo que hice, han premiado lo que deje de hacer, pero bueno, quien soy yo para juzgar

“Marco es mi nombre” fue lo ultimo que le dije a la videocámara que Velazquez me había puesto enfrente luego de haberle contado a ese aparato casi todo sobre mi vida, cómo había llegado aquí, que tan dura había sido mi adaptación, y que quería hacer si algún día pudiera salir

sábado, 14 de agosto de 2010

De orquestas y de hilos de voz


click aquí: Soy tu aire

Nueve Violetas ha intentado mostrar como la música y todo lo que de ella depende se inmiscuye en un día cualquiera para cambiar por completo su historia. Labuat va mas allá, relaciona los sonidos con acciones en particular, con suspiros, recuerdos, verdades y dibujos Soy tu aire de Labuat no es una canción que solo se escucha, Soy tu aire, se siente, se percibe y se dibuja. Minutos donde los dedos escuchan lo que los ojos sienten...

domingo, 1 de agosto de 2010

A veces quisiera que ella fueras tú



-Crees en la magia ?

-No lo se aún

-Que dirías si te digo que la magia te permite vivir en dos mundos al mismo tiempo?

-Tampoco lo sé

-Crees que esta bien hecho vivir en dos mundos?

-Estoy confundida, no lo sé

-Esa era la respuesta a la que temía..

-Te aseguro que es cierto, a veces hasta me siento mal haciendo trucos, me siento infiel a todo, al mundo a mi, diría que la infidelidad se ha vuelto un rasgo en mi

-Por qué ?

-mmm…- con la mirada trató de decirle lo que buscaba en ella con la primera pregunta, y decirle que estaba mal lo que estaban haciendo, trató de hablar con sus ojos ya que su boca no le permitía hablar de ello sin sonrojarse

Las estrellas se cuentan, las letras se dibujan, la piel se estudia, pero… ¿Los sentimientos? ¿El respeto puede contarse, el odio dibujarse o el amor estudiarse? Los hombres no hemos hecho mas que cuantificar nuestros sentimientos, darles nombres, proporciones, grados de intensidad e incluso ponerles reglas. El amor es para muchos el sentimiento mas puro que el alma puede percibir (en mi caso prefiero abstenerme de decir que puede ser puro o que se puede percibir, pero eso hoy no importa), sin embargo desde hace mucho, le han quitado su grado de pureza al cuantificarlo y manejarlo, al ponerlo en una probeta para sacarle beneficios, dificultades, formas para obtenerlo, maneras de asesinarlo, ocasiones en las que la boca debe mencionarlo, o indicaciones para que el cuerpo pueda expresarlo.

Hoy encarcelamos al amor en el tiempo, la costumbre, y la belleza, hoy el amor es palabra, sexo o matrimonio, debemos decirlo a los tres meses, hacerlo al año y a los dos olvidarlo. Pero, ¿Qué tal si a los cuatro meses de noviazgo no hemos dicho te amo, o a los cinco meses ya “hicimos” el amor, o a los tres años todavía amamos como antes? Ahí es donde gira la siguiente historia, ahí, donde un noviazgo no encerró un sentimiento, ahí cuando tal vez la persona indicada no lo atrapó y alguien por coincidencia se lo encontró, ahí cuando las reglas se omitieron y las instrucciones se destruyeron.

- Estupido es la palabra que define a quien es necio o falto de inteligencia, ¡estupido es la palabra que define completamente lo que soy en este momento! Hace unos meses conocí a la que hoy es mi novia, la mujer perfecta física, emocional, intelectual, cultural y socialmente, mi familia la adora, mis amigos son sus amigos, nuestras vidas se complementan bastante, y no creo que alguien hasta ahora me quiera tanto como ella y no creo que alguien en un futuro pueda hacerlo en esa medida, es básicamente lo que todos los hombres en esta ciudad quisieran tener, pero…¡Nunca me ha gustado lo perfecto!

Al mismo tiempo que conocí a mi novia conocí a alguien mas, alguien que tal vez no tiene ninguna de sus características en el grado de perfección, alguien que tal vez ni mi familia ni mis amigos acepten igual, que su vida y la mía no se parezcan tanto, y alguien que tal vez no me quiera lo indicado, pero ¡Por Dios! Nunca había sentido algo tan fuerte por alguien como por ella lo siento, nunca había hecho las cosas que he hecho por alguien como por ella las he hecho, nunca había visto la vida de la forma que con ella la he visto. Esto no debería estar pasando y eso lo sé muy bien, yo debería amar a mi novia y ni siquiera debería hablar con ella pero no puedo, lo intente, créanme pero aún no he sido capaz y no creo en realidad poder llegar a hacerlo.

Hasta el momento no había querido hablar de palabras como traición, engaño o infidelidad porque en teoría y físicamente hablando nunca lo había sido. Tampoco he querido creer en el destino y ese pensamiento me ha acompañado toda la vida, siempre buscaba evadir los líos y los juicios sociales que hablaban de fidelidad y mi mente le hacía a mi corazón argumentando que la relación entre Ella y yo solo había sido de palabras y nunca había superado las barreras del cuerpo, siempre me decía a mi mismo que todo estaba bien, sabiendo que me estaba mintiendo inútilmente.

Un día por coincidencias de la vida y el Internet, escuché en una emisora online una canción que musicalmente me llamó la atención, no la escuché completa y tampoco muy detenidamente, pero, como me intrigó bastante, la quise volver a oír, esta vez escuchando atentamente la letra. Cuando la escuché bien les juro que mi sorpresa fue impresionante, me asombró mucho que una canción que había encontrado por casualidad describiera tan bien mi situación, tenía frases como “Mi chica esta en el cuarto de al lado, a veces quisiera que ella fueras tú” o “Con los labios de un ángel, haces que ser fiel sea muy difícil” Fue casi automático que mientras mis oídos escuchaban la canción en mi mente empezara a retumbar una palabra Infiel, Infiel, Infiel, para mí ese día la fidelidad dejo de ser el hecho de no tocar, besar, o abrazar a alguien diferente, ése día me di cuenta de que las palabras a veces pueden mostrar mucho mas de lo que hacen los actos y que todo lo que había dicho podría ser mas fuerte de lo que hubiera dejado de hacer, pensé en acabar con todo y en darle todo a mi novia y a nadie mas, en obligarme a amarla como ella merecía, en traicionar a mi corazón y no estar con la persona que quería sino con la que la sociedad y la vida querían que estuviera, en olvidar la felicidad y darle la cara a la costumbre y al deber.

Ése día no fue para nada banal y después de unas semanas decidí tomar una decisión, y mientras por dentro se me destruía todo, mi boca le estaba diciendo que no quería que volviéramos a hablar porque no era “justo” lo que estábamos haciendo. Ella aceptó después de un rato de discusión, pero, el impulso nos duro un par de semanas y a los pocos días con una excusa tonta encontramos motivos para volver a hablar. Nadie acepta lo que hacemos, ni bendice lo que decimos, lo sé, sé que no pensamos lo que deberíamos pensar, y sé que no actuamos como las normas dicen que debemos hacerlo, pero no me importa porque esto no es una acción, una palabra, un pensamiento o una decisión, esto… es un sentimiento, algo que nunca planeamos, esperamos o escogimos, algo que simplemente nos tocó el alma.

Hubo una frase de la canción que omití contarles… “No quiero oírte decir adiós.¡Nunca!”

... desde ese momento empezó un dialogo visual donde cada uno se decia lo que pensaba con los ojos y de vez en cuando con murmullos que no decían nada literalmente

-preguntó que debían hacer

-respondió con odio y amor

-pregunto que debían hacer

-respondió con una lagrima y un suspiro

-preguntó que debían hacer...

sábado, 24 de julio de 2010

No late como solía hacerlo



-¿No has pensado que a los 40 años no seamos los mismos?

-¡Obvio! ¿Y eso qué? las cosas se acaban- dijo señalando una rosa marchita en el suelo

-Quizá algunos prefieren acabarlas antes - mientras arranco una rosa de aquel rosal.


-¿A q te refieres?

-Entiéndeme me quiero suicidar... quizá a los cuarenta- lo invadió la adrenalina con tan solo imaginar el fin

-Y ves como salida adelantar el fin, ¿perder?

-No, desistir. Una cosa lleva a la otra, drogarme, estrellarme, ese ultimo acto que dejará claro que siempre seré joven...

Juventud, juventud, juventud... ¿Eterna? ¿Perpetua? ¿Para siempre? Algunos la cuantifican diciendo que va desde los 13 hasta los 26, algunos dicen que va desde cierta etapa de la infancia hasta que se inicia la vida laboral, algunos la endiosan, la ubican en un pedestal intocable y sagrado que da razón a sus vidas y vitalidad a sus días.

La juventud ha sido tema a tratar de escritores, cineastas, poetas, pintores, músicos, y demás, cada mente en el mundo ha tenido la osadía de, algún día, por un momento, pensar en ella, pensar en cuanto se adora y se idolatra, pero mas que eso, pensar en el día en que la juventud ya no esté... Crisis momentáneas, o depresivas o existenciales, en la mayoría de los casos, momentáneas, pero... ¿Qué pasa cuando dejan de ser preocupaciones de unos minutos, y se vuelven de cada día?, ¿Qué pasa, cuando el temor a perderla es mas fuerte que las ganas de vivir?

- No soy la persona mas independiente que existe, pero la frase “depender de...” y yo nunca nos la hemos llevado bien, amo mi vida y dejando a un lado el Egocentrismo creo que si me comparan con mucha gente, yo seria una de las personas que mas valoraría el hecho de vivir ,si fuera por mi, muchas de las cosas en este mundo no deberían acabar, eso lo he dicho siempre; Créanme cuando digo que A M O muchas cosas que para la gente son estupidas, rutinarias, o comunes, ver arreboles en el cielo, oler la madera ( procesada es mucho mejor), saborear las carnes casi quemadas de mi tía, sentir piedras debajo de mis pies, escuchar la primera canción que dedique, etc. En otras palabras quiero que sepan que no odio vivir.

Siempre supe que había algo a lo que le temía con el alma, cuando era niño pensé que era la oscuridad, luego pensé que eran las brujas, pero no. Hace unos años conocí una banda, banda que desde ese día ha sido mi favorita y nunca dejara de serlo, es curioso porque la primera canción que de ellos escuché se llama “Cuando eras joven” no hay que ser un genio para descubrir luego de unos días que los miembros de la banda tienen un temor en común, La vejez.

Yo algo había pensado ya sobre el hecho de envejecer pero nunca le había dado importancia, un día escuche una canción que decía algo como “Parezco mas viejo. Parezco mas frío” ¿Vejez? ¿Frialdad? Y luego algo como “Pero mi corazón no late, no late como solía hacerlo, y mis ojos no ven como solían ver, y mis labios no besan como solían hacerlo” Ese día una sensación diferente me toco el cuerpo, el alma y el corazón, ese día descubrí que a lo que mas temía en la vida era a envejecer, al hecho de que llegara el día en el que mis ojos necesitaran de algo o alguien para ver los arreboles, mi nariz no sintiera ya el olor de la madera, mi boca no fuera capaz de masticar la carne, mis pies no pudieran tocar las piedras pues ya no resistan mi peso, mis oídos no alcanzaran a escuchar la canción, y mi mente no lograra recordar cual era; Ese día en el que mi vida dependa de aparatos, personas y añadiduras; Ese día en el que las cosas que amo intensamente se fueran desvaneciendo y ya no quedara mas motivo por el cual luchar, mas anhelo por el cual soñar.

Mi cobardía nunca fue secreto, y tal vez por cobardía es que piense lo que pienso y haga lo que hago, si algo tengo claro en mi vida, es que no quiero que “ése día” llegue y para ello cualquier cosa haré

-Y ese básicamente es mi temor, la conversación que ya se me hizo tan frecuente, rutinaria tan vieja...- mientras de su mano caía el lápiz



Pero siempre musical

Hay melodías que nos traen a la mente recuerdos, olores, personas, sensaciones, sentimientos y demás. Hay momentos que necesitan una canción para estar completos; Hay palabras que necesitan sonido para ser entendidas; Hay vidas que necesitan música para ser valoradas.

A partir de hoy y por cierto tiempo “Nueve Violetas” contará historias, unas comunes otras no tanto, en las que la música jugó un papel mas que importante y necesario, historias que aparentemente no tienen relación, pero dependen de algo en común, dependen de la música para vivir y dependieron en cierta medida de ella para lograr existir.

lunes, 19 de julio de 2010

Nueve Violetas

Las musas eran criaturas mitológicas ligadas mas que todo a las tradiciones griegas que según las creencias de la época inspiraban arte, ciencia, poesía y demás en las mentes de los hombres; engendradas por Zeus y Mnemosine mediaban entre lo divino y lo mortal, ayudaban a que las mentes en el mundo fuesen tierra fértil para la creación, el conocimiento y la imaginación.

Nueve eran las musas que mitológicamente poblaron la tierra en la antigüedad y bajo la dirección de Apolo armonizaron con su voz el paso del tiempo haciendo parte del Coro de las nueve musas o Coronado de violetas como también se le conoce.

“Nueve Violetas” es una representación mortal de lo que fue tal vez la muestra de divinidad mas perfecta en el tiempo, “Nueve Violetas” mostrará sólo uno de los aspectos celestiales que se hicieron terrestres transformados en arte, La música. No como hacerla, no como escucharla, tampoco como entenderla, mas bien, como verla y cuando sentirla, como asimilar su participación en todos y cada uno de los momentos de nuestras vidas; La música como conector de historias, la música como traducción de lo inexplicable, la música como lenguaje del alma, La música como legado glorioso del pasado…